Extracto de un Papel publicado en Londres sobre los efectos de la guerra en el continente. Relativa al curso y efectos de la guerra en Europa

 

 

Si volvemos los ojos hacia el teatro de nuestras guerras en el continente, veremos que todas han sido en vano; que los subsidios han sido inútiles; que el sudor de Inglaterra, con que compraba la sangre de sus aliados, en todas ocasiones ha motivado la destrucción de aquellos mismos aliados; hasta que al cabo vemos a la Francia, aquella Francia a quien halló Mr. Pitt [18] en estado de confusión, y debilidad, la dueña absoluta de la Europa, teniendo las llaves de todos los ríos y puertos, construyendo armadas en lugares donde desde los topes de los buques puede verse la boca del Támesis, y al fin preguntando entre nosotros cuándo estará en estado de invadirnos, sin haber uno ni aún el Ld. Liverpool, que juzgue tan fantásticamente que algún día tendremos poder para hacerle otro tanto, sino es por ridículas amenazas. ¿Negará alguno que esta es nuestra situación respecto a la Francia? ¿Para qué, pues, se han gastado novecientos millones de libras en estas guerras del continente? En verdad, si ellas hubiesen tenido buen éxito; si Pitt, y sus sucesores hubiesen disminuido el poder de la Francia, entonces pudiera haber algún lugar para decir que teníamos seguridad de lo exterior, y una compensación de los efectos fatales de las contribuciones. Ni la Francia se ha contenido dentro de sus antiguos límites, ni dentro de aquellos en que la halló Mr. Pitt. ¿Quién será aquel hombre que halle consuelo en medio de nuestros padecimientos internos?

 

Concluye demostrando que en el día nada se adelantaría con la paz. Yendo bien todo (dice) primero en casa, podemos hablar de paz en tono atrevido, y si no la conseguimos en términos seguros y honrosos, perseveraremos desafiando al enemigo y diciendo que no tememos la guerra perpetua.

 

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[18]

De las alusiones contenidas en el texto, es imposible determinar si se refieren a William Pitt, Lord Chatam (1708-1778), o a su hijo de igual nombre (1759-1806), aunque es más probable que lo hagan respecto del primero (N del E).