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Canarias, 20 de Noviembre.
La fiebre amarilla hace terribles progresos en la isla de Tenerife. Los pueblos de Santa Cruz y Puerto Orotava están atacados de ella; mueren muchos diariamente, el comercio se ha interrumpido: los buques quedan con sus cargamentos a bordo por el triste estado del pueblo. La enfermedad hace mayores estragos en la plebe. Para aumento de estas calamidades se temen violentos tumultos, producidos por el disgusto e irritación del pueblo a causa del gobierno del Duque del Parque.
Hay noticias posteriores de que la epidemia va cesando.