Aviso al público. Anuncia haberse fundado una Academia Militar

 

 

 

Desde que la guerra es una profesión y una ciencia, es preciso cultivarla aún en los países más moderados y pacíficos, para precaverse de la ambición de los demás. Chile, con este designio, sostiene cuerpos militares permanentes para que sean modelo de los que han de defenderlo, y un seminario de oficiales, que contraidos exclusivamente a este arte, sirvan en la ocasión para conducir a la victoria el resto de sus compatriotas, cuyo valor exige la dirección que únicamente pueden atinadamente prestarles los que a un continuo [y] anticipado estudio han unido la habitud de mandar. Para conseguirlo en toda la posible extensión, ha obtenido el celoso comandante del Cuerpo de Granaderos, el permiso y aprobación del gobierno para formar una compañía de jóvenes, desde la edad de doce años hasta la de diez y siete, que reducida a una especie de colegio, les proporcione una crianza cristiana y militar, que los haga aptos para llenar los deberes de un buen soldado, cabo, sargento u oficial, según su idoneidad, aplicación y conducta lo merezca progresivamente. Se les asistirá con el prest de un soldado; se les enseñará a leer, escribir, contar, y los deberes de su carrera, a lo que podrán añadir la demás instrucción a que los incline su genio, y que se les franqueará en la Academia. Los que teniendo un decente nacimiento, salud, costumbres y disposición, aspiren a estos destinos, se presentarán al jefe del Cuerpo, para que elija los más idóneos. Igualmente, el sujeto que sea capaz de enseñarles aquellos rudimentos, y cuidar de su educación, al que con el carácter militar que lo autorice se le dará el sueldo de 25 pesos mensuales, y las demás comodidades que permita el establecimiento, a más, el desempeño de esta confianza, le hará acreedor a la gratitud pública y a las recompensas consiguientes al mérito.