Comunicaciones oficiales. Informes provenientes desde Buenos Aires relativos a la guerra en España y América

 

 

 

Buenos Aires, 16 de Febrero de 1813.


Por el Nancy, bergantín de guerra inglés, sesabe el estado de Lord Wellington, el que seguramente es muy triste para ingleses y españoles. Después de la considerable derrota que sufrió en las cercanías de Burgos, se replegó a Madrid, en donde fue fuertemente hostilizado por el hambre y las guerrillas francesas. Ahora trataba de evacuar a Madrid, y atrincherarse en las líneas de Portugal, pero tal vez será esta una operación impracticable por tenerle cortado el ejército francés.


Son escandalosas las quejas de Lord Wellington con el gobierno de España, por no haberle proporcionado víveres para su ejército. Se queja el General agriamente a su ministerio de la inercia de las Cortes y de la Regencia en dar providencias oportunas para preparar los abastos necesarios, pues ha tenido que pedir a Inglaterra hasta la paja para su caballería. A los españoles los domina una completa desconfianza respecto de los ingleses, de la cual plantaron el germen los mismos gobiernos españoles en aquellos pueblos que reocupaba el ejército británico.


Por cartas de Cádiz a Montevideo se sabe que las Cortes han concentrado sus atenciones en fomentar la guerra en América, y que prevalidas del interés que tiene la Gran Bretaña en sustraer la Península de la Francia, han abandonado la guerra con los franceses, pero este cálculo, digno de aquellos políticos habilísimos, ya les va fallando.


Se confirman los auxilios que están prestando los angloamericanos a los patriotas de México.


Ha venido un solo ejemplar del Número 30 del Español, y me lo prestaron con tal presteza, que no tuve tiempo de sacar algunas copias relativas al estado de Venezuela; mas este no es tan triste como anunciaron los primeros papeles de Londres. Monteverde no quería entregar el mando al Capitán General nombrado por las Cortes, y éste trataba de emplear la fuerza para arrebatárselo. Monteverde le amonesta en un oficio que desista del empeño de tomar el mando, "porque entonces sería muy difícil sujetar a las Provincias de Cumaná, Barinas y Margarita, que aún se hallaban en insurrección, y dispuestas a defenderse contra el ejército de las Cortes”. El Capitán General estaba en Puerto Cabello, donde le había mandado detener Monteverde, permitiendo sólo que llegasen a Caracas los oidores y la gruesa de empleados, que habían llegado de Cádiz; no se sabía si éstos se arrimarían al partido de Almagro o de Pizarro.


La última división del ejército de la patria salió el 27 del pasado del Tucumán para Salta.


Aquí corre una noticia muy general de una carta, que tiene un comerciante inglés de Londres por la vía del Brasil, avisando que está muy cerca de declararse por el Parlamento el comercio libre de armas para América, y que él será el primero que llegue con cargamento de fusiles al Río de la Plata.