El presente trabajo explora las relaciones entre identidad, memoria e infancia en dos documentales chilenos recientes: El edificio de los chilenos de Macarena Aguiló y El eco de las canciones de Antonia Rossi. El análisis enfatiza el uso de los recursos fílmicos en cada una de estas cintas al construir una primera persona documental, y de esta manera, se busca cuestionar las nociones antes mencionadas como conceptos fijos y definitivos.